La elección de la mesa de centro y sofá para nuestra sala de estar es particularmente importante, ya que esta es la estancia más pública de nuestro hogar. Queremos que nuestras visitas se sientan comodas y descubran ‘la república independiente de nuestra casa’.
[toc]A veces nos asalta la duda de encontrar una adecuada combinación entre lo cómodo y lo bonito para crear una atmósfera singular y personal en nuestra sala de estar. He aquí, donde radica la importancia de la elección de la mesa de centro y el sofá, ya que son dos muebles unidos, como una pareja bien avenida.
[bctt tweet=»En tu hogar, la #mesadecentro y el #sofá debe ser una pareja bien avenida.»]A la hora de elegir el sofá y la mesa de nuestro salón, conviene hacerse las siguientes preguntas que a continuación os exponemos.
¿Cuál es la altura adecuada para la mesa de centro?
Aplicando el sentido común y la lógica, podemos deducir que la mesa ha de ser de la misma altura que el asiento del sofá. La comodidad también es un aspecto esencial para elegir estos muebles, si la mesa es demasiado alta o demasiado baja causará cierto malestar cuando nos sentemos frente a ella. Es necesario comprobar la altura tanto de la mesa como del asiento del sofá, lo habitual es que una altura entre 25 y 45 cm.
Si comemos frente al televisor, lo más práctico es que la mesa permita elevar su tablero, de este modo nuestra mesa puede convertirse rápidamente en una mesa de comedor. Hay multitud de opciones: mesas de centro elevables, extensibles e incluso mesas de centro elevables y extensibles para obtener un mesa de comedor con varias plazas.
¿Qué medidas debe tener nuestra mesa de centro?
Verificada la altura que necesitamos, también es conveniente analizar el tamaño de la mesa. Hay que prestar especial atención a su longitud, si mide aproximadamente 1 metro menos que el sofá, la mesa no se verá desproporcionada respecto a este.
Respetar la simetría de la mesa respecto al sofá, ayudará a crear una mayor armonía. Si por el contrario deseamos crear un desequilibrio o asimetría, podemos situar la mesa en un extremo del sofá.
Por último, no hay que olvidar que la distancia adecuada entre mesa de centro y sofá es de entre 30 y 40 cm, de este modo se permite el paso cómodo entre mesa y sofá.
¿Qué mesa de centro elegir según el tipo de sofá?
A la hora de situar nuestro sofá y mesa de centro en nuestro estar, podemos encontrar diferentes configuraciones. Si se trata de un sofá de 2 o 3 plazas, es preferible optar por un tipo de mesa rectangular que se alinee geométricamente a este respetando su altura y longitud.
Si disponemos de más espacio y disponemos de varios sofás, ya sea enfrentados o en ángulo, podemos optar por una mesa de centro grande que sea el elemento o vínculo de unión entre ambos sofás. En este caso la elección de una mesa de centro cuadrada puede ser la opción más acertada.
¿Qué mesa de centro elegir para un sofá cama?
Si disponemos de un sofá convertible en cama, nuestra mayor preocupación debe de ser la facilidad de movimiento de la mesa. El sofá cama, una vez desplegado, a menudo, obliga a mover la mesa de salón. Si esta es demasiado grande o pesada, moverla nos planteará mayor dificultad. Debemos optar por tanto por una mesa de materiales ligeros o bien por una mesa equipada con ruedas que permita su movilidad.
¿Qué estilo decorativo elegir para nuestra mesa y sofá?
Puede resultar obvio, pero es necesario destacar que los muebles serán más fáciles de combinar si son de un estilo similar. Con un estilo muy de moda como el nórdico, se utilizan mesas de líneas sencillas, elaboradas en madera natural y color blanco.
En cambio, para un estilo decorativo contemporáneo minimalista, las mesas de color blanco lacado son una solución acertada.
El material de los muebles también será determinante a la hora de acertar en nuestra combinación perfecta. Por ejemplo, una mesa de centro de madera puede funcionar mejor con un sofá cuyos pies también sean de la misma madera. Del mismo modo, debemos tener en cuenta el color, ya sabemos que existen colores que se complementan el uno al otro y otros cuya asociación es muy complicada.